Rara vez nos detenemos a distinguir cuál es la diferencia entre una abeja y una avispa, y a menudo, la razón de ello es que la única relación que nos preocupa de momento entre estos dos insectos es nuestro temor a ser picados o mordidos por ellos. Observemos con atención estas diferencias, ya que luego de leer el siguiente artículo no veremos a estos animales del mismo modo.
1. Su color
Cuando se trata de insectos, el color amarillo en toda su gama representa agresividad. Cuando echamos a correr a causa de uno de ellos, nos parecen exactamente iguales en su tamaño y color, pero lo cierto es que en estas dos características existe una diferencia entre avispa y abeja bastante notable.
Las abejas son de color pardo con un tono amarillo casi anaranjado, mientras que las avispas son amarillas y negras, o de color pardo oscuro (marrón) y con franjas amarillas brillantes.
2. Su tamaño
Anatómicamente, las abejas son más robustas y peludas, mientras que el exoesqueleto de una avispa tiene sus curvas más pronunciadas y una superficie más brillante. Lo que tienen en común son sus tres secciones: cabeza, tórax y abdomen, pero también difieren en la forma de sus alas.
En cuanto a sus medidas exactas, la diferencia entre avispa y abeja no es tan notoria. Las abejas miden entre 2 milímetros y 3,9 centímetros, dependiendo de la especie y la casta. Por otro lado, las avispas suelen medir en promedio entre 2,5 y 3,5 cm.
3. Su alimentación
Para conocer un poco más a fondo cuál es la diferencia entre una abeja y una avispa, es importante observar sus comportamientos y hasta su alimentación. Las abejas se alimentan del polen de las flores y plantas principalmente, mientras que las avispas son voraces depredadores. ¡Así es! Cuentan con poderosas mandíbulas para devorar otros insectos, frutas, néctar de flores e incluso a las abejas.
4. Su picada
En cuanto a su picada, la avispa puede picar varias veces y esto se debe a que su aguijón es liso. Puede entrar y salir sin ningún problema en la superficie que penetra. El aguijón de la abeja, por su parte, es similar a una pequeña “sierra” que, cuando pican no puede retirar y se queda fija en la piel.
Al picar, las abejas mueren, ya que junto con su aguijón se encuentra parte de su sistema digestivo, algunos nervios y músculos importantes.
5. Sus funciones en el ecosistema de nuestro planeta
La función de la abeja es polinizar los cultivos, es decir, transportar el polen que favorece el proceso de fertilización para la formación de diferentes tipos de frutos y semillas. En pocas palabras, tienen una función vital para la vida en nuestro planeta.
En cuanto a la avispa, es depredadora por naturaleza, una controladora biológica de plagas. Ésta suele atacar a otros insectos ya sea para comérselos o para depositar sus huevos en ellos.
Peligros de la plaga de avispas en el ecosistema
Una plaga de avispas puede destruir abejas y colmenas enteras, afectando el equilibrio ecológico y convirtiéndose en una amenaza para los seres humanos. Además, suelen causar daños a las cosechas y perjudicar actividades recreativas en verano, donde su presencia se hace mayor al exponer comida al aire libre.
Hemos visto algunas de las diferencias más notables entre avispas y abejas. Aunque ambas cumplen su función en la naturaleza, las avispas pueden representar un peligro para el equilibrio en el ecosistema de nuestro planeta, por lo que es importante tomar todas las precauciones debidas.
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