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El canal HORECA -hoteles, restaurantes y cafeterías- fue uno de los sectores más castigados por la pandemia en Chile. Aunque ahora se están llevando a cabo algunas aperturas, estos establecimientos han tenido que cerrar durante gran parte del año para evitar los contagios de COVID-19.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el número de pernoctaciones en alojamientos turísticos cayó un 52,1% en la primera parte del año.
En la misma línea, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC) del Banco Central disminuyó un 11,3% en agosto de 2020 en comparación con ese mes en 2019. En este informe, los restaurantes y hoteles aparecen entre los servicios más afectados.
A fines de septiembre, la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) informó que había 192 comunas en etapa de preparación y 55 en apertura inicial, “donde los restaurantes pueden funcionar”.
No obstante, una empresa HORECA no puede volver a abrir en las mismas condiciones que lo hacía antes de la pandemia. La nueva normalidad obliga a tomar algunas precauciones que son fundamentales para retomar la actividad.
En este contexto, para una reapertura segura, es bueno que los establecimientos gastronómicos apliquen una serie de medidas sanitarias -dispensadores de alcohol gel o cámaras termográficas- para la protección de sus trabajadores y clientes.
Además de las implementaciones de higiene que se pueden incorporar, una empresa HORECA debe estar, más que nunca, focalizada en el control de plagas.
Teniendo en cuenta de que se trata de una industria que involucra el tratamiento de alimentos y la atención al público, las infestaciones de cualquier índole no se pueden permitir.
Durante la cuarentena, plagas como ratones aumentan su actividad en busca de alimentos, siendo, incluso, más agresivos.
La posibilidad de que transmitan enfermedades en los servicios HORECA son altamente significativos. Por ejemplo, la leptospirosis se contagia mediante el consumo de agua o alimentos contaminados con orina de roedores que portan la bacteria.
Además, con la llegada de las temperaturas más altas, es aún más necesario el control de plagas. A principios de este año, en Rentokil informamos cuáles eran los cuatro flagelos más comunes en el verano chileno:
Con una amplia experiencia en el mundo y en Chile, en Rentokil creemos que una plaga puede ser tratada efectivamente y controlada para que no afecte a nuestros clientes.
Ofrecemos soluciones personalizadas para cada infestación, detectamos la causa y efectuamos un tratamiento para eliminar el problema de raíz. Nuestros servicios de desratización, desinsectación y desinfección consisten en tratamientos a largo plazo que garantizan tranquilidad y confianza.
Además de ayudar a hoteles, restaurantes o cafés a que cumplan con la ley, las empresas de control de plagas como Rentokil evitamos que estos establecimientos brinden un mal servicio o una experiencia poco higiénica a sus clientes, que su imagen de marca se vea perjudicada o que tengan problemas por contaminación de alimentos.
Contáctate hoy con nosotros , somos expertos en plagas y desinfección de ambientes.