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Cuando se produce cualquier tipo de infestación en elementos de gran valor histórico o artístico, son múltiples los riesgos colaterales que se generan para poder solventar el problema con garantías de éxito y sin que los bienes se vean afectados por el tratamiento de fumigación.
La desinsectación con la aplicación de insecticidas residuales, en muchas ocasiones, no es viable ya que podrían afectar de forma negativa, o incluso más lesiva que la propia infestación que se quiere combatir.
El método que más se ha utilizado hasta la fecha para el control de plagas consistía en exponer los materiales a la acción de gases tóxicos, procedimiento conocido como fumigación. Este sistema, aunque garantiza la eliminación de los insectos en todas sus fases, no deja de entrañar riesgos tanto para la obra de arte (hay que determinar con mucha precisión el tipo de gas a utilizar y su concentración) como para los operarios que realizan el tratamiento según los fumigantes que se usen.
Sensibles a este tema, nuestra compañía desarrolló a mediados de los 80 la Burbuja Rentokil. Esta cámara de fumigación portátil nos permite mantener constantes las concentraciones de gas, así como su manipulación con unos mayores estándares de seguridad durante todo el proceso. Sin embargo el uso de gases como la fosfina sigue obligando a adoptar grandes medidas de seguridad en el control de plagas.
Fieles a nuestra filosofía de empresa respetuosa con el medio ambiente y partiendo de la metodología aplicada en la Burbuja Rentokil, nuestra compañía ha desarrollado una tecnología que nos permite sustituir los gases tóxicos por gases inertes, dando una solución definitiva al tratamiento de objetos de gran valor.
El empleo de estos gases, en concreto el Nitrógeno, no afecta a los objetos tratados y permite una manipulación segura al estar carente de toxicidad.
Esta línea de investigación se ha desarrollado paralelamente por organismos internacionales de tanto prestigio como la Fundación Paul Guetty y el extinto ICRBC. Y actualmente está siendo utilizada con éxito por nuestra compañía en toda Europa.
En España hemos realizado múltiples tratamientos de fumigación con este método, incluyendo retablos, tapices, esculturas y fondos bibliográficos de los más importantes museos e instituciones públicas y privadas de nuestro país.
El objetivo de estos tratamientos es crear un entorno controlado en el que el oxígeno sea desplazado por un gas inerte, en este caso el nitrógeno. De esta forma se crea un atmósfera no apta para el desarrollo de organismos vivos, eliminando por “anoxia” cualquier fase del insecto expuesto a esta atmósfera.
Al mismo tiempo estos gases inertes no suponen ningún riesgo de alteración de los materiales tratados, siempre que estén controladas las condiciones necesarias de temperatura y humedad relativa del aire.
Estos entornos de “atmósfera controlada” se crean a la medida de los objetos a tratar mediante el uso de unas láminas especiales que mediante un proceso de termosellado conforman una burbuja. Estas láminas tienen la característica de, por un lado impedir la penetración de oxígeno y de otro mantener constante la concentración de nitrógeno en su interior.
Una vez conformada la burbuja con los objetos en su interior, se inicia un proceso de vacíos y llenados consecutivos ,de forma que paulatinamente se va desplazando la concentración de oxígeno y es sustituida por nitrógeno.
A través de un medidor de oxígeno conectado al interior de la burbuja se va midiendo continuamente su nivel, hasta alcanzar una concentración de Nitrógeno igual o superior al 99.7%. En la parte final de este proceso se utiliza también la acción de absorbentes químicos de oxígeno.
Cuando se alcanza esta atmósfera controlada con la práctica ausencia de oxígeno en su interior, se dice que la burbuja esta estabilizada, y a partir de ahí se tienen que mantener los objetos tratados como mínimo durante 30 días. Durante este tiempo hay que realizar mediciones periódicas para comprobar y asegurar que la concentración de nitrógeno siempre sea la adecuada.
Después de este periodo de exposición se da por finalizado el tratamiento, teniendo la certeza que todos los insectos, tanto en fase de larva, adulto o huevo han sido eliminados.
CAT un tratamiento seguro para control de plagas en obras de arte