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Las termitas son una de las tres plagas más comunes en España. Aunque en nuestro territorio habitan varias especies diferentes, una de las más frecuentes es aquella cuyas colonias subterráneas se ocultan de la luz. Esto hace que sean termitas difíciles de detectar, pero dejan señales de su presencia y de los daños que ocasionan. Estas son algunas de esas señales:
Pese a estos indicios y señales, saber con seguridad que existe un problema de termitas puede ser difícil. Por ello, existen sistemas que utilizan los técnicos y empresas cualificados y con amplia experiencia para buscar evidencias de la presencia de estos insectos o de los daños que ocasionan.
Las termitas no afectan por igual a todo un terreno —sobre todo si es muy vasto— y, por tanto, realizar un tratamiento en toda la extensión será más arduo y costoso, además de innecesario. Por eso, en estas ocasiones, en Rentokil Initial planteamos una motorización previa.
Para saber realmente dónde están las termitas se instala un programa de monitores por todo el espacio a proteger. Se utilizan estacas de madera de conífera con una serie de hendiduras que facilitan el acceso de las termitas y el consumo de la madera de la pieza. Estas estacas son revisadas cada dos meses aproximadamente, con el fin de comprobar la presencia o ausencia de termitas en ellas y poder actuar en consecuencia.
Al mapear toda la zona y tener un control de dónde están las infestaciones se puede trabajar sobre áreas concretas, ahorrando gastos para el cliente y siendo más eficientes y precisos en el tratamiento posterior, que seguramente sean cebos para la eliminación de las colonias de termitas. Conseguir acabar con una infestación de termitas es complejo y requiere de técnicos especializados y un seguimiento regular. Los tratamientos de cebos duran cinco años, con sus correspondientes revisiones; un primer año de localización y eliminación de la colonia de termitas, y cuatro años de seguimiento y monitorización para poder comprobar que no se ha producido una reinfestación. Después de ello se suelen hacer revisiones anuales.
Las termitas son un gran problema en toda España y, aunque son insectos que ayudan al ecosistema, pueden ser una amenaza incluso para la agricultura, ya que no solo están presentes en zonas urbanas y periurbanas. Ante la duda, lo mejor es contactar con un experto que lleve a cabo un primer análisis de la situación para, en caso de infestación, poder aplicar el tratamiento más adecuado. Contar con profesionales a los que recurrir puede hacer que la plaga de termitas se ataje a la mayor brevedad posible, evitando daños mayores.