© 2024 Rentokil Initial plc está sujeto a las condiciones legales establecidas declaración legal.
Los niveles de contaminación en los interiores pueden llegar a ser de dos a cinco veces más elevados que en el exterior (e incluso 100 veces en casos graves).
Razón más que suficiente para preocuparnos por los estudiantes que permanecen durante tiempos prolongados en sus aulas de clase.
A continuación, descubrirás cuáles son las principales causas de la contaminación del aire y qué solución puede implementarse en los espacios educativos.
La primera fuente de contaminación es la que viene del exterior, entrando a las habitaciones a través de las ventanas, puertas o por una ventilación en mal estado.
Sin embargo, eliminar la ventilación natural o artificial también tiene sus consecuencias.
De hecho, las concentraciones de CO2 (dióxido de carbono) aumentan en un espacio cerrado, reduciendo el oxígeno e incrementando la tasa de contagio aéreo de enfermedades, como gripe, sarampión, tuberculosis, COVID-19, entre otras.
Las aulas sin ventilación pueden albergar concentraciones de CO2 que llegan a valores entre 1500 ppm y 3000 ppm.
Estas medidas son preocupantes si tomamos en cuenta que el valor que se considera aceptable en una habitación se encuentra por debajo de los 500 ppm sobre exterior, lo que equivale a unas 900 ppm máximos.
Por otro lado, hay que prestar especial atención a la temperatura y humedad presente en el espacio interior escolar, debido a que se encuentran entre los factores que afectan la calidad del aire.
Algunos contaminantes peligrosos del aire son: el polvo, artículos de limpieza y desinfectantes, fugas de gas o residuos de obras de construcción cercanas al establecimiento educacional.
También pueden encontrarse hongos, bacterias, virus, esporas por heces de aves y ácaros.
Dentro de los virus se encuentra el COVID-19. Al comienzo de la pandemia, se pensaba que la principal causa de la propagación era toser o estornudar.
Sin embargo, ahora se sabe que actividades como correr o gritar en espacios cerrados sin la presencia de ventilación aumentan considerablemente el riesgo de contagio (hablar fuerte lanza al aire 50 veces más partículas cargadas de virus que mantenerse en silencio).
Además, en institutos educativos, los jóvenes pueden ser más sensibles a la contaminación que los adultos.
¿Por qué motivo? Generalmente, respiran más aire y beben más líquido en relación con su peso corporal.
Es por tal motivo, que la exposición a la contaminación del aire en interiores prácticamente duplica el riesgo de enfermedades respiratorias, como neumonía, durante la niñez.
Una solución práctica para evadir las amenazas presentes en espacios cerrados en colegios y escuelas, es mejorando la ventilación, y para ello, instalar un purificador enfriador de aire es una solución efectiva.
¿De qué se tratan? Son equipos diseñados para eliminar gases nocivos, partículas y elementos contaminantes suspendidos en el aire de espacios cerrados.
Esto lo consigue gracias a que está equipado con un filtro HEPA, un filtro de carbón y un filtro multicapa.
Gracias a estos filtros un purificador de aire puede eliminar más del 99% de partículas en el ambiente, lo que incluye:
El uso de un purificador enfriador de aire en un espacio cerrado disminuye considerablemente la concentración de partículas ultrafinas en el aire.
De esta manera, pueden evitarse afecciones en los niños, como tos, irritación de ojos, reacciones alérgicas y asma. Lo anterior también disminuye las probabilidades de contagio por el nuevo coronavirus y otras enfermedades.
Los expertos de Rentokil ofrecen su servicio para instalación y mantenimiento de purificadores de aire.
Así podremos brindar un espacio propicio donde nuestros niños, adolescentes y el personal docente se desarrollen de forma saludable y puedan enfocarse en sus estudios con la seguridad e higiene que necesitan.
Contáctate hoy con nosotros , somos expertos en plagas y desinfección de ambientes.
o Contáctanos aquí