El fuerte confinamiento de la población debido a la emergencia sanitaria del COVID-19 ha traído una interrupción en los tratamientos de control de plagas. Ello, sumado al cálido invierno que hemos tenido y al aumento de las temperaturas por el verano, han creado el entorno perfecto para la proliferación de mosquitos, principalmente de la especie invasora conocida como “mosquito tigre”, que se está expandiendo cada vez más hacia el interior de España.
El mosquito tigre mide tan solo entre 4 y 6 mm en su tamaño adulto y se caracteriza por presentar las patas rayadas, poner huevos que no son perceptibles a simple vista y en distintos lugares, y completar su ciclo de vida en tan solo 15 días, por lo que es importante controlar su reproducción para impedir que se convierta en un problema de salud pública.
El reciente brote de Virus del Nilo que ha afectado a varias zonas de Andalucía ha vuelto a poner en titulares a este insecto, no obstante no hay que olvidar que se estima que los mosquitos causan 700 mil muertes al año en el mundo, pues transmiten enfermedades peligrosas como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue, o la ya citada Virus del Nilo. Inicialmente se pensó que su origen estaba en las picaduras del Aedes japonicus (otra especie invasora) pero otras fuentes citan al Culex (mosquito común) como responsable del brote de meningoencefalitis.
Pero independientemente del tipo de mosquito – anopheles, culex o aedes- el aumento de las visitas a parques, terrazas y entornos acuáticos, como playas, piscinas o balnearios, es propicio para que sintamos más de cerca sus molestas picaduras.
Desde Rentokil Initial, conscientes de la importancia de atacar esta situación, hemos preparado una serie de consejos para que estos diminutos “chupasangre” no arruinen nuestros días y noches veraniegas:
- Colocar mallas mosquiteras en ventanas y puertas: Son la forma más sencilla de impedir la entrada de los mosquitos en los hogares, sobre todo en las horas del amanecer y el atardecer, cuando aprovechan para alimentarse y se vuelven más activos.
- Eliminar cualquier fuente de aguas estancadas: Las bandejas de agua de las plantas de casa, los cuencos con agua, arquetas, entre otros, son lugares propicios para que coloquen sus huevos y desarrollen sus larvas, por lo que deben evitarse. Todos los recipientes con agua deben cubrirse con tapas herméticas. De igual forma, debe prestarse especial atención a los sistemas de riego y evitar que se produzcan encharcaciones.
- Evitar los colores brillantes al salir a espacios abiertos, pues son muy atractivos para los mosquitos. Lo mismo aplica a los perfumes o desodorantes fuertes.
- Activar en el hogar aromas que funcionan como repelentes naturales, tales como la citronela, la esencia de menta, el eucalipto, el extracto de lavanda o de vainilla. En caso necesario aplicar insecticidas domésticos (siempre siguiendo sus instrucciones) en las habitaciones una hora antes de irse a la cama
- Usar en el cuerpo repelentes de mosquitos, en especial cuando se sabe que se pasarán muchas horas en espacios abiertos y con presencia de humedad: playas, zonas de piscinas, parques, campos con riachuelos, ríos, estanques y lagos.
- Contratar a un servicio profesional para acabar con los mosquitos: Una de las principales tareas para acabar con la reproducción de los mosquitos en el hogar es encontrar la fuente donde se reproducen. Sin embargo, en ocasiones es muy difícil hallar la procedencia original de estos insectos, pues podría hallarse a 1 Km o más del hogar. En estos casos, es importante la labor que hacemos en Rentokil Initial, pues contamos con técnicos especializados que conocen con precisión los hábitos de los mosquitos y pueden administrar los tratamientos larvicidas y adulticidas más adecuados. A su vez, tenemos a disposición de los clientes nuestros insectocaptores Lumnia, para atrapar de forma higiénica y efectiva mosquitos, moscas y otros insectos voladores.
Si a pesar de todo esto sufres una picadura, la recomendación es lavar con agua y jabón la zona donde ha ocurrido la picadura, aplicar una compresa fría para bajar la hinchazón, no rascarse y en caso necesario y siempre bajo prescripción facultativa, tomar antihismínicos. Hay que estar atento, además, ante cualquier mínima reacción alérgica que podría poner en riesgo la vida de la persona que ha sido picada, como inflamación de la garganta, la boca o la lengua. En estos casos se deberá llamar a una ambulancia inmediatamente.
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