En cuanto a la definición del concepto de plaga existen muchas acepciones, desde la emitida por Rey en 1976 que indicaba que “Plaga es todo lo que el hombre considera que es plaga” hasta la mas recientemente recogida en la Norma UNE 171210 de buenas prácticas de DDD “Conjunto de especies implicadas en la transmisión de enfermedades infeccionas en el hombre y en el daño o deterioro del daño y del bienestar urbano, cuando su existencia es continua en el tiempo y está por encima del umbral de tolerancia”, considerando el umbral de tolerancia como el límite por encima del cual el organismo objeto de control pudiera ser considerado plaga y provocar problemas sanitarios o ambientales, molestias y/o pérdidas económicas. Y es en el punto de la transmisión de enfermedades infecciosas donde nos vamos a centrar hoy, en relación con los mosquitos y su importancia como vectores de enfermedades como la malaria o paludismo así como el dengue.
La malaria es la enfermedad parasitaria más frecuente del mundo. El alto riesgo de contraer esta enfermedad potencialmente mortal en el 40% de la población mundial y los más de 500 millones de personas afectadas anualmente, son algunas de las razones que sitúan a la malaria entre las mayores razones que sitúan a la malaria entre las mayores preocupaciones a nivel de Salud Pública, y motivo por tanto de una estrecha vigilancia epidemiológica.
Los efectos del cambio climático, la mayor movilidad de la población mundial y la propagación de vectores de transmisión como los mosquitos hará aumentar los casos de enfermedades emergentes que ya se producen en España. Pese a que diversos autores sitúan el potencial malariogénico de España en niveles muy bajos, y el nivel socio-económico actual del país así lo corrobora, se debe mantener cierta vigilia al respecto.
La malaria fue erradicada de España oficialmente en el año 1964. Sin embargo, en la actualidad en nuestro país se registran anualmente entre 200 y 250 casos de malaria y un centenar de casos de dengue en personas que las han “importado” tras viajar a países en los que estas plagas son más corrientes, siendo una tendencia que se extiende y es preocupante.
Recientemente se ha citado el que podría ser el primer caso de paludismo autóctono en España declarado desde la consideración oficial de la erradicación de la enfermedad. Se detectó en el 2011 en la comarca de los Monegros (Huesca).
Como en cualquier enfermedad de tipo vectorial, tres son las variables necesarias para comenzar un ciclo de transmisión: el agente causal, el vector y la población humana potencialmente expuesta a los anteriores.
La malaria es provocada por la infestación del hombre por la presencia de un plasmodio, provocando lo que se denomina una plasmodiosis humana. En la actualidad se reconocen cuatro especies parásitas humanas dentro del género Plasmodium, siendo Plasmodium falciparum la especie más patógena, causante del 90% de las muertes por malaria y común en áreas tropicales
En cuanto a los vectores, son los mosquitos del género Anopheles los que actuarían como tales. Anopheles tiene una distribución prácticamente mundial y alberga alrededor de 70 especies potencialmente transmisoras de la enfermedad. Su capacidad vectorial no queda restringida únicamente a plasmodios, ya que se conoce bastante bien su papel en la transmisión activa de diversos arbovirus y filarias. Existen 5 especies de Anopheles en España con distinta transcendencia en la posible difusión de la enfermedad, destacando Anopheles atroparvus.
Otra amenaza que se cierne sobre nosotros entre otros, al igual que la malaria, es el dengue, habiéndose constatado ya dos casos autóctonos en Francia, transmitidos por el famoso mosquito tigre Aedes albopictus.
Este mosquito lo tenemos actualmente en España ampliamente distribuido por Cataluña, y que ya se ha detectado puntualmente en otras comunidades costeras como la Comunidad Valenciana (tres citas puntuales: Benicassim, Orihuela y Torrevieja) y la Región de Murcia con una cita. Por lo que su plena expansión es sólo cuestión de tiempo, así como la posibilidad de que se pudiera convertir (como lo es en su lugar de origen) en vector para la propagación de enfermedades como el ya comentado dengue, entre otras enfermedades en España.
Rentokil, está concienciado en la prevención y lucha contra las enfermedades vectoriales, por lo que colabora con la organización benéfica “Malaria No More”, que en el 2010 ayudó a proteger a más de dos millones de personas en Ghana, Botswana y Namibia frente a la enfermedad de la malaria. La malaria es una enfermedad evitable y tratable que cada año causa más de 781.000 muertes, más del 90 % de las cuales se producen en África.
Para mayor información sobre la malaria en España podéis consultar el siguiente artículo científico:
Bueno, R .and Jimenez, R. Malaria en España: aspectos entomológicos y perspectivas de futuro. Rev Esp Salud Pública 2008, Vol. 82, N.° 5, Pag. 467-479
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