La situación representada por esta imagen es literalmente lo que nos pasó a Rentokil hace unas semanas, pero antes de nada me gustaría poneros en antecedentes: el verano pasado, nuestros compañeros de Rentokil Reino Unido montaron un Pestaurante callejero, es decir, durante un día, en una céntrica plaza de Londres, estuvieron cocinando y regalando comida de un menú a base de insectos y palomas que cualquiera podía probar de forma gratuita. Además de degustar tal suculenta comida, durante ese mismo día, un equipo de expertos estuvo allí respondiendo a sus dudas sobre el control de plagas o cómo prevenirlas. La iniciativa fue todo un éxito, y los que probaron la comida dicen que era deliciosa.
En fin, que para este verano de 2014 se estaba ya organizando el Pestaurante en varias capitales europeas que iban a realizar el evento de forma simultánea (ojo a las existencias de hormigas, grillos, saltamontes y demás de Europa, que puede que se acaben). Y cuando yo ya me imaginaba el chiringuito en mitad de la madrileña plaza de Callao, y cuando ya me estaba imaginando desde dónde iba a tuitear el evento y de qué me iba a hacer el bocadillo que me llevara al evento (que yo apoyo totalmente la iniciativa, pero si el solomillo me lo como quemado, no hace falta que os jure que eso de las hamburguesas de paloma se lo dejo a los más intrépidos), nos comunican que en España, o por lo menos en la Comunidad de Madrid los insectos no están considerados como alimento para humanos por lo que su distribución y comercialización con estos fines no está regulada y en consecuencia no es posible elaborar alimentos con esta materia prima. De hecho los restaurantes que lo ofertaban lo han tenido que ir retirando poco a poco de sus cartas.
La verdad es que no se entiende mucho, hace poco la FAO recomendaba incluir en nuestra dieta insectos para ahorrar y debido al alto contenido de proteínas que aportarían a nuestro organismo, pero en España está prohibido. La noticia tuvo mucha repercusión, lo que me ha costado encontrar es la normativa alimentaria en materia de insectos o invertebrados, aunque sí encontré una noticia que mencionaba el hecho de que un restaurante mejicano de Valencia se vio obligado a retirar los insectos de su carta.
México es uno de los países donde es más común comer insectos, de hecho la gente a la que he preguntado me ha dicho que en algún viaje por América central o del Sur o Asia sí que los han probado, y que tampoco están tan mal. Según la Fao, los insectos están incluidos en la dieta de países de África y Asia, aunque también en América Latina y algunos países desarrollados como Japón, lugares donde se considera un manjar exquisito. Además comentan en este artículo que los insectos tienen un uso medicinal muy valioso.
En resumen, se trate del tema que se trate la conclusión casi siempre parece ser la misma: Spain is different.
Estoy segura que en el futuro la situacion hasta en Madrid se cambiara.
Pues que quieres que te diga… Yo no se si prohibiría comer bichos, pero ya tengo suficiente con mi día a día trabajando en esto como para encima tener un plato de saltamontes en la mesa.
Spain is different, pero en esta ocasión casi que me alegro de que lo sea…