Por estar en casa, muchos creemos que estamos a salvo. Seguramente, concibamos el hogar como un sitio seguro, muy alejado de cualquier foco de infección. Aunque nada más lejos de la realidad: convivimos con una gran variedad de bacterias. Desde el plato de ducha hasta la moqueta del salón son hábitats perfectos para su desarrollo. Aunque puede que sean el baño y la cocina las estancias de la casa donde nos enfrentemos, casi sin darnos cuenta, a millones de bacterias a diario.
Mucho hemos hablado ya de la higiene en el baño. Un gesto tan sencillo como lavarse las manos de forma adecuada es vital a la hora de prevenir el riesgo de contagio. Sin embargo, no es la única habitación en la que los microorganismos
Ese típico trapo que se encuentra dando tumbos por la encimera y que lo mismo usamos para secarnos las manos que para secar el fregadero, es un foco de infección. Como sabemos, suelen mantenerse húmedos, un ambiente propicio e ideal para que las bacterias se desarrollen y proliferen. Y claro, es fácil pasar de ahí a los alimentos, bien a través del contacto con nuestras manos en el trayecto, por ejemplo, de secar la encimera, coger una fruta y comerla; bien cuando retiramos las migas de pan después de cortarlo y luego sobre la misma superficie cortamos un tomate. En definitiva, un viaje cómodo para que bacterias como la Salmonella o la Escherichia Coli acaben afectando al sistema inmunológico del ser humano.
Para evitar posibles infecciones estomacales o el contagio de otro tipo de enfermedades lo recomendable es utilizar paños desechables. Aunque existen algunos trucos para asegurar la limpieza de los trapos; además de meterlos en la lavadora como cualquier otra prenda sucia, éstos pueden meterse en el lavavajillas, aprovechando el limpiado del menaje de cocina. Las altas temperaturas matan a los microbios, por lo que ayuda a su desinfección y evita el contagio en las personas.
No obstante, de nada sirve tener los trapos de cocina, las bayetas y estropajos limpios si tras usarlos no realizamos un conveniente lavado de manos. ¿Cómo tenemos que lavarlas? 20 segundos con agua y jabón, frotando las palmas, muñecas y entre los dejos, enjuagado y secado. De esta forma, muchas infecciones podrán evitarse. Es cuestión de Higiene Ambiental.
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