En enero comenzamos el tratamiento contra la carcoma grande en la Iglesia Madre de Dios de Almagro, Ciudad Real. Concretamente, la zona de la cubierta presentaba algunas localizaciones de riesgo por la plaga de este insecto. Ya hablamos en nuestra publicación anterior acerca del tratamiento realizado y las características del coleóptero tan dañino.
¿Qué hubiera pasado si no se hubiera tratado a tiempo la cubierta? Que la plaga podría haberse extendido no solamente por toda la cubierta, sino también por el retablo y otras piezas que, por su gran valor artístico e histórico, deben ser preservadas como se merecen.
De hecho, la Iglesia Madre de Dios de Almagro terminó de construirse en 1602 tras medio siglo de construcción. A pesar de que es de estilo Gótico y con algunas muestras del Renacimiento, sus portadas son barrocas y la torre –que está inconclusa- fue diseñada por Benito de Soto, uno de los vecinos de Almagro.
Responde al estilo de iglesia de La Mancha, con grandes columnas que sostienen las bóvedas de crucería, y es especialmente importante por ser el templo de mayores dimensiones de toda la provincia, incluso por delante de la propia Catedral de Ciudad Real.
El conjunto, que es patrimonio histórico-artístico de Almagro, fue remodelado en numerosas ocasiones en los últimos daños debido al empeoramiento de su estructura con el paso del tiempo.
Gracias al tratamiento y la actuación del equipo técnico de Rentokil se pondrá freno a la plaga, asegurando la resistencia de la cubierta y su correcta conservación. Esta actuación junto a otras de carácter arquitectónico pondrá fin a cinco años de remodelación, que concluirán el próximo verano con la erradicación de la plaga.
La imagen que acompaña a este artículo ha sido publicada bajo licencia Creative Commons y pertenece a Andreas Sanchez.
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