
Hay muchas personas que dicen ser adictos al trabajo y no son capaces de desconectar los fines de semana, y más o menos eso es lo que me pasó el sábado pasado, y no es porque yo quisiera.
Estaba yo tranquilamente dando un paseo por el mercado de Camden Town en Londres con algunos amigos, cuando decidimos parar a comprar algo de comer. A ver, para los que nunca hayáis estado, es como un mercadillo donde venden ropa, accesorios, comida…La parte de la comida son un montón de puestos todos muy juntos, y en lugar de poner las fotos de los platos, hacen un plato de cada uno y lo tienen como muestra, es decir, que hay un montón de comida por todas partes. Pues bien, después de dar una vuelta para ver los distintos puestos de comida (japonesa, china, india…) decidimos pararnos en uno de los puestos. Hasta aquí todo normal, pero cuando ya habíamos pedido y estábamos de pie esperando a que nos sirvieran, vi que una de las chicas que iba con nosotros tiraba algo de la barra al suelo (que por cierto me dio a mí en la mano antes de caer al suelo), y después lo pisaba. Al principio pensé que era un trozo de carne que se había caído, pero cuando miré al suelo vi que era una cucaracha, en concreto una cucaracha germánica.
En ese momento deseé no trabajar en control de plagas, porque entonces no sabría que si hay una cucaracha paseándose tranquilamente por el mostrador, no me quiero ni imaginar cómo estaría la cocina. En serio, fue como en las películas, empezaron a pasar por mi mente todos los comentarios sobre cucarachas que he escuchado desde que empecé a trabajar con Rentokil:
“La cucaracha germánica es la más resistente de las cucarachas”
“Las cucarachas buscan comida, bebida y calor”
“Las cucarachas contaminan los alimentos y transmiten enfermedades como la salmonelosis”
“Si ves alguna cucaracha, hay que comprobar la cocina, especialmente detrás del frigorífico, de la lavadora o bajo los muebles”
Y en ese momento empecé a mirar alrededor y me di cuenta de lo cerca que estaban los puestos unos de otros, de la cantidad de comida y bebida que había por todas partes, y de que no lo raro era haber visto solo una cucaracha.
Por un momento pensé en pedir que me devolvieran el dinero e irme a otro puesto, pero la verdad es que iban a estar todos igual…El único consuelo que me quedaba era que no había pedido bebida, sólo pensar en que podría beber de una lata que seguramente había estado almacenada en algún lugar por donde se habrían paseado las cucarachas tranquilamente…Ya veis que el que no se consuela es porque no quiere.
En fin, ahora entendéis por qué decía que cómo me gustaría poder desconectar del trabajo el fin de semana…Esto no es como tener que corregir exámenes el fin de semana o mirar el correo del trabajo, se trata de ir a bares y restaurantes y mirar a todas partes para ver si hay plagas, o ir a un hotel y examinar el colchón para que no haya chinches, o intentar asomarse a la cocina del restaurante para ver si tienen un matamoscas eléctrico…
Y estoy segura de que todos mis compañeros de Rentokil examinan con lupa cualquier sitio al que van, ¿o no?
Los primeros meses, o quizas incluso el primer año, fue terrorífico; Segun entraba en cualquier bar, restaurante o cafeteria, mis ojos lo revisaban concienzudamente en busca del mas mínimo indicio. y no hace falta decir que en mas de una ocasión me encontraba con indicios de 6 patas campanando a sus anchas por barras, mostradores, cafeteras…….. Bueno con el paso del tiempo me fui relajando y trato de estar no tan alerta…. no sea que me encuentre con las cuquis en alguno de mis bares favoritos!!
Yo, que he vivido en Londres un par de años, sé de qué hablas… Tengo que decir que me encantan los puestos de comida de Camden, pero yo también he tenido experiencias con cucarachas… e incluso con palomas famélicas que te atacan mientras comes en los merenderos tranquilamente jajaja
Al final te acabas acostumbrando… Para mí no suponen ningún problema los roedores, las cucarachas, los mosquitos, e incluso las pulgas, pero lo que me trae por la calle de la amargura es el problema creciente de las CHINCHES, sobre todo a los que nos toca pernoctar bastante en hoteles. Confieso que suelo hacer una inspección de las costuras del colchón antes de acostarme.
Lo de la LEGIONELLA también me suele venir a la mente cuando entro en la ducha, por eso hago un pequeño choque térmico dejando correr el agua a tope de calor durante un minuto más o menos, así garantizo el desalojo de agua que haya podido estar retenida. Generalmente la temperatura del agua en los hoteles suele estar muy alta, por lo que es una garantía.
Ana Carmen, te digo lo mismo de siempre: no tenía ni idea de que existían algunos trucos para intentar de alguna manera escapar de la legionella! La verdad es que estos consejos serían un gran tema para un artículo de blog…ahí te lo dejo…
jajaja
Ayyyy, lo que me falta es tiempo… si tengo un artículo en mente, que sólo me falta trascribirlo al papel, que va a ser el “top five” durante semanas… (tiembla Jacinto).
Gracias Belen por la observacion. Yo estuve en el mercado de Portobello y tambien comi en un puesto de la calle, mas vale que me decante por la fritanga que todo lo mata.
Me habia fijado en esos puestos de Candem y siempre me llamaba la atencion la cantidad de gente que hay detras del mostrador incitandote y gritandote para que te acerques, asi, encima de la comida, mientras la mueven un poco.
Yo que ahora estoy la parte de productos de higiene, estoy bastante obsesionado con el lavado de manos. Tocamos un monton de cosas que vete tu a saber cuando fueron limpiadas por ultima vez (si alguna vez fueron limpiadas) y luego nos llevamos la mano a la boca, cabeza, ojos,…
Ahora bien, tampoco podemos vivir obsesionados, alerta si, pero obsesionados… mejor no. A mi se me pasara rapido…. espero.
Saludos
Hola Patxi, BIENBENIDO AL CLUB de Rentokil Initial, te lo dice un veterano con 22 añitos en la compañía. Y hablando de obsesion por la higiene de las manos; en Initial tenemos un estupendo producto para tener unas manos perfectamente higienizadas!! A ver si entre todos conseguimos darle un buen empujón en España.
Hola Jacinto. MUCHAS GRACIAS!!
Si, a ver si la gente se conciencia. Hay condicionantes culturales en la higiene de manos? me refiero, habeis detectado que en otras culturas, paises hay una mayor sensibilizacion por este tema?
Gracias de nuevo veterano.
El hecho de que muchas religiones incluyan en sus ritos el lavado de las manos, nos dice mucho de su importanacia, al menos desde un punto de vista antroplogico. Tengo algunos amigos médicos y tambien por temas de trabajo he asisitido a congresos de Medicina Preventiva y me sigue llamando mucho la atención que se siga insistiendo muchisimo en ese aspecto; ya que las manos (y su falta de higiene) siguen siguen siendo una de las mayores causas de las infecciones nosocomiales hospitalarias. (perdón por el palabro)…. es eso de que cuando entras en un hospital a operarte de apendicitis y sales sin apendice pero con una neumonia.
Provocados por la Legionella, los Aspergillus y demás “bichitos” microscópicos…
jaja qué bueno lo de la fritanga! la verdad es que cuando empiezas a trabajar siempre te obsesionas, yo al principio tenía un montón de pesadillas con las plagas, a mí es que los bichos me dan pánico…jajaja
Efectivamente, cuando hago mis viajes por esos paises “exoticos” me gusta probar la comida local callejera, pero siempre y cuando este bien frita o bien pasadita a la plancha, eso mata todos los bichos!
Belen, estas en el lugar adecuado entonces, jaja, yo como dice Jacinto, si estan bien pasaditos, bien fritos… los bichos me refiero, me los como!
Uniendo ambos temas. Recuerdo un mercado en Pekin en el que cada puesto tenia su seccion de bicho frito, un aspecto… no muy apetecible pero… todo proteina!!
Un abrazo