Tranquilos, no nos hemos vuelto locos. Hoy queremos hablaros del rey de los ratones, el ratón leonado. Este pequeño roedor, que podría parecerse a un ratón de campo común, es muy característico por su semejanza con un león tal y como lo conocemos (salvando las distancias, claro). Y es que el pequeño animal tiene un pelaje de color café y blanquecino en la panza y, lo más característico, un anillo amarillento alrededor del cuello. De ahí el sobrenombre que tiene.
Es muy común en los hogares de Europa y el Este de Asia. En España lo podemos encontrar por el tercio norte: Cornisa Cantábrica, León, Burgos, La Rioja, Soria y algunas zonas de Cataluña.
¿Cuál es su particularidad? Le encanta convivir con seres humanos y no tiene ningún tipo de problema, ya que gracias a ellos mantiene su alimentación a base de alimentos almacenados y restos de comidas de mascotas. Pero también, es un apasionado de las instalaciones eléctricas que se convierten en su principal entretenimiento.
No es difícil encontrarlo tampoco por matorrales y algunos árboles, ya que en otoño se alimenta de frutos (como las manzanas y nueces) y también larvas de invertebrados. Sin embargo, se debe tener especial cuidado con él. Todo parece indicar que existe cierta jerarquía en su familia, ya que los leonados mayores luchan contra los más jóvenes en un combate por establecer su superioridad. Además, es foco de transmisión de enfermedades, por lo que es muy recomendable mantenerlos controlados por manos expertas.
Así que si te encuentras con un leonado como vecino, lo mejor es que te lleves bien con él, no invadas su terreno y pide ayuda a nuestros domadores.
La imagen que acompaña a este artículo ha sido publicada bajo licencia Creative Commons y pertenece a kleinsaeuger.at
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