¿Cuántas veces habéis escuchado eso de…? “Seguro que son bacterias o un virus”. Si es en la consulta de un médico, como diría el humorista José Mota, “cienes y cienes de veces”.
Lo cierto es que las bacterias pueden causarnos numerosos estragos en nuestra vida diaria. Estos microorganismos pueden causarnos enfermedades complejas, como la tuberculosis, la lepra, o el cólera; e incluso llevarnos a la muerte. Sí, sí, habéis leído bien. Entre sus “funciones” están también la fermentación de alimentos o la putrefacción de seres vivos y materias orgánicas.
¿Sabías que el cuerpo humano tiene alrededor de diez células bacterianas por cada célula humana? Eso sí, no todas son nocivas para nuestra salud. Algunas nos ayudan a digerir mejor los alimentos.
Hay otras, sin embargo, que hasta la Organización Mundial de la Salud, las consideran una auténtica amenaza como la Salmonella, la Helicobacter Pylori y la Streptococcus pneumoniae.
Este tipo de bacterias requieren de tratamientos hospitalarios porque provocan infecciones realmente graves. Es el caso de la Legionela. Una bacteria que está presente en hábitats donde el agua es un elemento esencial, como lagos, ríos, estanques, fuentes, etc; y lo peor de todo puede pasar a los sistemas de suministro de agua, llegando a colonizar las redes de distribución de los edificios, pudiendo penetrar en nuestro sistema respiratorio a través de aerosoles.
Pero, veamos en profundidad ¿qué es la Legionela y cómo se produce?
Para nuestra responsable del departamento de Sanidad Ambiental de Rentokil Initial, Ana Carmen Aguirre “la legionela es una bacteria en forma de bacilo que pertenece a la familia Legionellaceae, de la que se conocen alrededor de 30 especies. La llamada Legionella pneumophila es la responsable de más del 90% de las infecciones”.
Como os he contado antes estas bacterias pueden estar presentes en muchos sitios pero donde más proliferación se da es en la red de agua caliente sanitaria, en torres de refrigeración, bañeras de hidromasaje, fuentes ornamentales, túneles de lavado, humidificadores ambientales…
Nuestra experta nos recuerda que “las instalaciones que pueden ser fuente de contaminación son aquellas que acumulan agua, y que tras ser colonizadas por legionella, favorecen su proliferación y producen aerosoles, como por ejemplo: red de agua caliente sanitaria”.
Y, ¿qué pasa si nos infectamos de Legionela? ¡Uy, uy! Mejor que no, pero si se diera esa circunstancia podemos desarrollar la llamada enfermedad del legionario o legionelosis. Vamos lo que viene siendo una infección respiratoria severa que puede transformarse en una neumonía. No es el baladí esta infección que se genera en el 20% de los casos.
La otra enfermedad que causa la Legionela, aunque menos grave, es la Fiebre de Pontiac.
¿Y cómo sabes si has contraído la bacteria?
Pues porque la Legionelosis provoca unos dolores muy fuertes de cabeza, además de fatiga, pérdida de peso, dolor muscular y fiebre, junto con episodios de tos. Lo peor es que la bacteria acabe en tus pulmones porque es ahí cuando se desarrolla la neumonía. La bacteria puede atacar a los pulmones y desarrollar así neumonía.
De todos modos, el riesgo de contraer la enfermedad dependerá de la concentración de bacterias en el aerosol que se inhale, el tiempo de exposición y la susceptibilidad de los sujetos expuestos.
Así es que la mejor manera de prevenir la legionelosis, además de llevar una vida sana, es contar con especialistas como los expertos de Rentokil Initial que revisan todas las fuentes posibles en las que esta bacteria se puede alojar.
Y lo hacen sobre tres variables: lo primero es controlar e inspeccionar la zona de entrada de la bacteria; para ello realizan un control de la calidad del agua de entrada a la instalación; en segundo lugar, su multiplicación en el interior de la misma, controlando la temperatura y presencia de nutrientes; y por último su aerosolización, controlando la generación y el vertido de aerosoles.
Si además contáis con establecimientos públicos no dudéis en vigilar vuestras fuentes de refrigeración dando cumplimiento exhaustivo a la normativa vigente.
Escribe un comentario