
La mayor parte de los insectos solo vive una temporada. La norma general es que comienzan a nacer en primavera y cuando vuelve el frío dejan sus huevos a buen recaudo para que continúe la “estirpe familiar” en la siguiente primavera. Aunque no en todos los casos es así, y hay sorprendentes técnicas de supervivencia, lo que sí es cierto es que el verano es una época de fuerte actividad entre los insectos y que, además de a otras labores, se dedican a “amar” entregadamente a los congéneres del sexo contrario procurando así su supervivencia y la perpetuación de su especie.
Son… amores de verano.
Encontrar a tu pareja de reproducción, conseguir la cópula y llevar a buen puerto la puesta de huevos es una ardua tarea que depende del tipo de insecto presenta diferencias y cosas sorprendentes como las que hace la llamativa mantis religiosa, famosa porque “finiquita” a sus maridos como la “femme fatale” de la Lady Veneno de Masiel. (Querido lector, hago aquí un “break” para comentarte que si tu insultante juventud no te ha permitido conocer aún está canción, le dediques un minuto, siempre de después de leer este post y por favor déjanos tus comentarios ).
En cuanto a nuestro tema, los modos de reproducción van de la cópula, a la fertilización de huevos ya puestos, pasando por la recogida por parte de las hembras de paquetes de esperma que depositan los machos en alguna superficie.
Perfumes intensos, canciones de amor…
Muchos insectos usan las feromonas como sistema para reconocerse y encontrarse a la hora de reproducirse. Sus antenas suelen ser el órgano con el que lo perciben.
Otro sistema en la naturaleza es el de la “música”. El ejemplo más gráfico de esto son los grillos, que producen sonidos para que comunicar su posición.
Agasajar con un regalo (normalmente comida) a la hembra o ligar en una fiesta es muy común también. Cuando hay algún alimento, su olor atrae a los insectos y lo demás es algo que nos podemos imaginar… chico conoce a chica…
Hay multitud de modos en los que un insecto puede interaccionar con otro para llevar a cabo su ciclo reproductivo, pero mejor que hablar en términos generales vamos a conocer algunos casos curiosos:
- Mantis religiosa
Sus feromonas atraen al macho y ese es el único momento en que ambos sexos interactúan. Los machos se juegan literalmente la vida en la cópula porque la alta agresividad de las hembras en ese periodo les expone a ser literalmente devorados por ella mientras copulan. ¿Morir de amor? El romanticismo está sobrevalorado.
En otoño las hembras ponen los huevos que no eclosionarán hasta la primavera siguiente.
Se ha descubierto que mosquitos como el Aedes aegypti usan sus alas y el sonido que producen estas al volar para atraer a sus parejas de cópula. De hecho, cambian la frecuencia de su aleteo en la época de reproducción.
Con la llegada del verano las abejas comienzan su actividad frenética para producir miel y prepararse para el siguiente invierno. Mientras unas se dedican a la recolección de polen, la reina y los zánganos dedican su vida a sacar a las siguientes generaciones adelante.
Estos son solo algunos ejemplos de costumbres reproductivas en insectos, pero hay casi tantas como tipos de ellos.
Todo esto que os hemos contado provoca que el verano sea la época más activa en lo que a plagas se refiere. Si alguna de ellas ha llegado a tu vida puedes contar con nuestros expertos para ayudarte con tu problema.
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