Solo en 2020 se construyeron más de 65.200 viviendas entre la V Región y Región Metropolitana. Y, en muchas de ellas, tanto propietarios como constructoras de todo tipo de inmuebles pueden sufrir la infestación de una plaga de termitas subterráneas, alojadas en sus terrenos, incluso en cualquiera de las fases constructivas del proyecto.
De hecho, pueden estar allí desde antes, y como los análisis de suelo comunes no tienen como objetivo identificar termiteros, no son detectadas y la problemática avanza.
4 daños potenciales de una plaga de termitas
El riesgo de contar con una infestación de termitas se debe a que, independientemente del material de construcción y antigüedad de la obra, siempre habrá alguna oferta de celulosa (su alimento) que las atraiga e incentive a formar sus colonias: guardapolvos, muebles de cocina, pisos flotantes, planchas revestidas de cartón, tabiques, cerchas, marcos de puertas, entre otros.
1. Daño económico
Se estima que las termitas son responsables, de acuerdo con estimaciones, de causar una perdida cercana a 80 billones de dólares al año en el mundo.
Como la celulosa se encuentra en la madera y se alimentan de ella 24/7, terminan dañando estructuras, acabados, mobiliario e incluso cuadros, libros o piezas de colección. Estos elementos son difíciles de restaurar y, por lo general, se tienen que realizar labores de reemplazo.
A estos costos inesperados debemos sumarle, en caso de las empresas, los derivados de responsabilidad legal y daño a la imagen de la marca, que en ocasiones pueden ser mayores a los materiales.
Todo esto sin considerar aún el gasto en el tratamiento de la plaga de termitas propiamente tal, cuyo valor se incrementa según las características y dimensiones de cada proyecto.
2. Accidentes
Las termitas ingresan a las estructuras de madera mediante grietas o fisuras que, normalmente tienen las construcciones, conforman allí sus colonias bajo el suelo y desde allí empiezan a alimentarse en la propiedad sin ser detectadas.
Vigas, columnas, pisos y demás elementos constructivos van quedándose huecas por dentro mientras vemos su cascarón por fuera, y cuando menos lo pensamos se desmoronan como papel.
Los materiales o elementos consumidos por las termitas subterráneaspierden sus propiedades y dejan de cumplir su función en la edificación, generando tanto daños materiales e incluso en oportunidades específicas un riesgo potencial de accidentes .
3. Salud de las personas
Ni las termitas subterráneas ni ninguna otra se consideran portadoras de enfermedades o patologías que afecten al ser humano.
Sin embargo, producto de su incesante “trabajo en la madera” pueden generar daños en pisos y superficies que podría llevar a caídas en algunas personas.
4. Imagen de la marca
Una constructora con los problemas anteriormente descritos tendrá problemas de postventa, e incluso demandas que deriven en indemnizaciones y, peor aún, en daños a la imagen de la marca.
Dados estos riesgos potenciales, resulta imperativo ejecutar estrategias de prevención ycontrol de termitas subterráneasen todas las fases constructivas de un proyecto, como también, cuando la obra se encuentre entregada.
Lo anterior implica, entre otras, evitar problemas de humedad y evitar el contacto de maderas con el suelo. Además, siempre será recomendable mantener limpias las áreas y ventilarlas para que no se produzca condensación.
No obstante, lo ideal es que la ejecución de estas acciones sea orientada por un profesional en prevención y control de termitas subterráneas, que además realice monitoreo continuo, diagnóstico, identifique plagas, diseñe tratamientos a la medida del problema y, más importante aún, se haga responsable de la presencia de la plaga durante un tiempo determinado.
Hoy en día existe la tecnología Sentricon, eficiente para monitorear los terrenos en todas las fases del proyecto, incluida la pre constructiva, y así poder garantizar monitoreo constante de las obra y la eliminación de la plaga en un tiempo promedio de 3 a 6 meses.
De esa manera, se le entrega al propietario la unidad habitacional libre de infestaciones y, por lo tanto, se evitan responsabilidades legales, indemnizaciones, daños a la imagen y los costos anteriormente mencionados.
El sistema, que elimina el 100% de las termitas subterráneas y es implementado por los profesionales de Rentokil, utiliza un cebo con el principio activo de Noviflumurón del que ellas se alimentan y luego distribuyen por toda la colonia para acabar con todas, incluida la reina.
Su efectividad es 100% garantizada y se ha constituido como una de las soluciones más efectivas en el combate de las termitas.
Escribe un comentario