A medida que exploramos la agricultura sustentable, podemos darnos cuenta de que el Manejo Integrado de Plagas (MIP), es un enfoque de gestión de cultivos imprescindible para su éxito.
Este se centra en controlar las plagas de modo equilibrado y sostenible, minimizando los daños ambientales. Conozcamos más al respecto, cuáles son sus principales técnicas y la importancia que tiene.
¿Qué es el Manejo Integrado de Plagas?
Se trata de un control de plagas orientado a evitar el uso excesivo de pesticidas. En su lugar, integra de forma sistemática diferentes métodos que cumplen la misma función, con un impacto mínimo en el ecosistema. Estas son:
1. Monitoreo constante
Se realizan mediciones e inspecciones regulares para determinar los tipos y la densidad de las plagas que amenazan los cultivos, o que ya están presentes en ellos. Esto brinda la información necesaria para tomar decisiones sobre cuándo y cómo intervenir.
2. Control biológico de plagas
Con este enfoque de control se fomenta la presencia de depredadores naturales y microorganismos que ayudan a mantener la población de plagas en niveles mínimos.
Un ejemplo del control biológico de plagas es el vuelo controlado de aves rapaces. Con la técnica de la cetrería, contribuye a ahuyentar roedores, pájaros y otros animales pequeños que puedan causar daños a los cultivos.
3. Manejo cultural sustentable
En este ámbito se implementan prácticas agrícolas que modifican el entorno y reducen la exposición a las plagas. Por ejemplo: rotación de cultivos, plantación de diferentes especies en una misma parcela y la selección de variedades resistentes.
4. Impedimentos físicos
En este caso se emplean métodos para impedir que las plagas ingresen al cultivo, como trampas y barreras, entre otros.
5. Control químico de plagas
De ser necesario, se recurre al uso de plaguicidas. Sin embargo, el enfoque es que sean lo más verdes posible, sin un impacto negativo en los depredadores naturales que ayudan con el control biológico de plagas.
La importancia que tiene para la agricultura sostenible
Este enfoque ha cobrado bastante relevancia en los últimos años. Una de las razones es su contribución a la agricultura sostenible global, que es una necesidad imperante para garantizar la alimentación de las generaciones presentes y futuras. Investigaciones de las Naciones Unidas indican que si esto no se logra, 660 millones de personas podrían pasar hambre en el 2030.
¿Cuáles son sus beneficios?
El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es la manera de evitar el daño causado por los plaguicidas, que cada vez son menos efectivos, debido a que las plagas son capaces de generar resistencia a ellos. Además, causan otros perjuicios, como eliminar los microorganismos beneficiosos para el suelo, contaminar las fuentes de agua potable subterráneas al filtrarse a ellas y daños para la salud de las personas.
La alternativa sostenible entrega los siguientes beneficios:
- Preserva la biodiversidad.
- Protege la calidad del suelo y del agua.
- Entrega una mayor rentabilidad del cultivo a largo plazo.
- Aumenta la resiliencia ante desafíos climáticos.
- Cuida la salud pública.
- Favorece los servicios ecosistémicos, como la polinización.
Consigue practicar la agricultura sostenible con un manejo integral
Gracias al MIP podrás tener cosechas agrícolas rentables, con un enfoque ecológico. Nuestros servicios incluyen prácticas eficaces para mantener tus cultivos en las mejores condiciones, lo que logramos al comprender tus necesidades, con técnicos especializados que trazarán la ruta para el manejo integrado de plagas en tu terreno, de la mano de la ciencia y la innovación.
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