Las plagas causan grandes daños al ser humano, desde las pérdidas en cultivos alimentarios, estructurales, como en el caso de las termitas y sobre todo ponen en peligro nuestra salud. Sin embargo, hay veces que el remedio es peor que la enfermedad, en Chile se usan 63 mil toneladas de insecticidas el año, cuyo impacto ambiental hace necesarias técnicas más sustentables para combatirlas, como el manejo integrado de plagas.
De este modo es posible responder a los desafíos que presenta el cambio climático sin ponernos en peligro. Estudios demuestran que aumenta la proliferación de los insectos, que se han vuelto más resistentes y causa su desplazamiento. Así encontramos distintos tipos de plagas que infestan nuestros hogares, tales como ratas, cucarachas, termitas y mosquitos, que nos exponen a enfermedades como el hanta, la salmonella y la toxoplasmosis.
Una alternativa sustentable, el manejo integrado de plagas
Es una forma de control de plagas, que toma en cuenta distintos factores y combina estrategias, considerando las técnicas y soluciones disponibles para hacer frente a las infestaciones minimizando el uso de productos que pueden resultar tóxicos para la salud y el medioambiente con estrategias:
- Biológicas: como la observación del comportamiento, los ciclos reproductivos, nidos, entre otros comportamientos según los tipos de plagas.
- Culturales: conjunto de técnicas propias del grupo humano que está siendo afectado, como inspeccionar la situación y cambiar costumbres que puedan favorecer a las plagas en Chile.
- Químicas: en este sentido se intenta evitar los más fuertes, buscando soluciones de composiciones más amigables.
- Mecánicas: poner barreras físicas que eviten su ingreso, aspirarlas o colocar trampas.
En conjunto son una excelente opción ante el manejo de plagas en Chile que afectan las zonas urbanas, las que pueden ser controladas por medio de técnicas novedosas y no invasivas.
Los 3 ejes de este tipo de control de plagas
El funcionamiento adecuado de este enfoque se basa en distintos pilares.
1. Prevención
Se trata de adoptar ciertas prácticas para evitar que las plagas aparezcan y así evitar recurrir a métodos más invasivos. Por ejemplo, una adecuada limpieza de los espacios, ventilación, mantener la comida y la basura bien selladas en colegios, edificios o casas, con especial énfasis en épocas del año donde son más recurrentes, como el verano.
2. Observación
Las plagas en Chile tienen diferentes comportamientos dependiendo del clima, la humedad y los materiales estructurales. Para conocerlo se realiza un diagnóstico que permite determinar los daños que ha generado, las vías por donde ingresa e identificar cuál es la clase de plaga que está causando problemas, para combatirla según su ciclo biológico.
3. Intervención
De acuerdo a lo observado se procede a ejecutar medidas de intervención directa tales como el uso de trampas, productos autorizados y también el control biológico de plagas, con base en su comportamiento, grado de presencia y el sector del que se trata. El objetivo es un resultado óptimo siendo lo menos invasivo posible, respetando el ecosistema y evitando poner en riesgo la salud de las personas.
Control de plagas mediante el manejo integrado en Chile
En Rentokil, nos especializamos en el manejo integrado de plagas para poder actuar frente a distintas amenazas para tu hogar y negocio. Trabajamos con soluciones no invasivas usando las últimas innovaciones de la ciencia y la tecnología.
Un ejemplo es el control biológico de palomas con vuelos programados de aves rapaces o la captura de la reina en el caso de las termitas. De esta manera, se recurre a técnicas más invasivas solo cuando es estrictamente necesario gracias a la calidad de nuestros diagnósticos y estrategias.
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